¿Tomamos un café?

¿A quien no le han hecho esa pregunta alguna vez? Y es que esa bebida amarga, de olor penetrante y color oscuro más tarde o más temprano acaba por hacerse un hueco en las vidas de casi todos los adultos en la sociedad occidental en sus diferentes versiones: solo, cortado, con leche, descafeinado, capuccino, irlandés, vienés, americano, frappé...
Pero esto hace que surja la duda sobre si es o no saludable. Veámoslo.
BENEFICIOS

• Estimula el sistema nervioso central gracias a su elevado contenido en cafeína.
• Ayuda a tolerar los dolores leves y pasajeros de músculos, espalda y cabeza.
• Las propiedades diuréticas de la cafeína hacen que esté indicado en las dietas de adelgazamiento.
• Es un excelente antioxidante.
• La infusión de las hojas del café tiene la capacidad de bajar la fiebre.
• En dosis bajas favorece la digestión.
• Evita coágulos sanguíneos, por lo que previene las trombosis.
• Reduce el riesgo de sufrir cirrosis y Alzheimer.
• En uso tópico es excelente para reducir la celulitis y la piel de naranja.

CONTRAINDICACIONES
Debe reducirse o anularse el consumo de café en aquellas personas que presenten:

• Nerviosismo, insomnio o ansiedad.
• Taquicardias, arritmias o infartos recientes.
• Acidez estomacal, reflujo, gases o úlceras estomacales.
•  Hipertensión.
• Problemas hepáticos.
• Mujeres con síndrome premenstrual, ni durante el embarazo y la lactancia.

Si teneis curiosidad por el proceso de elaboración del café consultad aquí.
Tipos de café